El Real Madrid no funcionaba y Ancelotti hizo entrar a Marcelo e Isco y la película cambió, empezó a dominar claramente la final y a merecer el empate, pero pasaban los minutos y el gol no llegaba, todo parecía ya perdido pero nadie contaba con el mejor jugador del partido que había llegado a esta final en su mejor momento "Sergio Ramos", los atléticos ya festejaban la victoria pero en un saque de esquina en el minuto 93 al igual que en Munich, Sergio cabecea ese saque de esquina y pese a la estirada de Courtois el balón entra en la portería forzando la prorroga que fue dominada totalmente por el Real Madrid.
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