Real Madrid 5-1 Sporting



La mejor versión del Real Madrid se vio ante el Sporting. Un espectáculo alejado del guión encorsetado que proponía su anterior entrenador. Con Zidane la vida es de otra manera y eso no se nota en el juego. Para el aficionado es reconfortante que a los dieciocho minutos su equipo lleve cuatro goles y tenga seguros los tres puntos, pero es aún mejor ver a un equipo que arrolla al rival.

El recital del Real Madrid fue total. Desde el primer minuto se lanzó sin piedad contra un Sporting de mantequilla. Primero golepó Bale, a la salida de un córner (m. 6); enseguida Cristiano encarriló (m. 8); después Benzema (m. 11)… La BBC dio un recital en ataque, sustentado en una extraordinaria sintonía con los centrocampistas, sobre todo con Isco. Funcionaron todos los activos y al descanso el marcador registraba un contundente cinco a cero, con dobletes de Benzema y Cristiano Ronaldo.

Lo único reseñable de un Sporting blando antes del descanso fue que le escamotearon un penalti de Varane a Halilovic. Nada más. Fueron fantasmas corriendo detrás de todo lo que proponía el Real Madrid. Su nobleza le llevó a hacer menos faltas que su rival antes del receso.

Con el empacho de goles se abrió la segunda parte. Entonces llegaron las malas noticias para el Madrid. Como es lógico bajó la intensidad en sus acciones, se perdió la brillantez y llegaron las lesiones de Bale (sóleo derecho) y Benzema (tobillo derecho). Se enfrió el ambiente y creció el Sporting para hacer el gol de la honra. Undiano le perdonó la expulsión a Cristiano Ronaldo por una agresión a Nacho Cases.






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