El Real Madrid certificó en Butarque su pase a los cuartos de final de la Copa del Rey pese a perder por la mínima ante el Leganés en un duelo ramplón de los blancos. Jugó con fuego el equipo de Solari, destensado de principio a fin, amenazado siempre por un Lega insistente pero fallón. Apenas llegó el Madrid, que se encontró con su mejor ocasión al borde del descuento en un remate al poste de Brahim.
Antes dominó y peleó por soñar el equipo de Pellegrino, que se adelantó a la media tras varios acercamientos. Buscó el gol Braithwaite, que ya llamó la atención en el Bernabéu, y lo encontró en una triple ocasión pepinera. Primero fue el propio danés quien se encontró con la madera, después Merino se estrelló con Keylor, de nuevo impecable, y ya a la tercera atinó el reciente fichaje del Lega. Nunca llegó a sufrir el Madrid como tampoco dejó de intentarlo su rival, que perdió fuelle tras el descanso.
Solari retocó un poco la pizarra y se ajustó mínimamente un Madrid en el que apenas se vio a Isco. Titular tras un mes con plaza fija en el banquillo, Solari le sustituyó en cuanto pudo tras una actuación discreta. Apretó el Lega al final y rozó el segundo en más de una ocasión, pero unas veces la falta de tino y otras los aciertos de Keylor le dejaron sin llegar a creérselo del todo. Se llevó el premio de la victoria que buscó el Leganés y avanzó el Madrid, agarrado a la Copa y a la espera de la Champions tras el descalabro de LaLiga.
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