De penalti y con polémica se impuso el Real Madrid al Levante (1-2) para mantener alguna esperanza de pelear por LaLiga. Sufrió de lo lindo el equipo de Solari para solventar el último compromiso antes de afrontar una semana que marcará el porvenir del Real y del técnico. Un doble clásico, primero de Copa y después de Liga, y la vuelta ante el Ajax en Champions dictarán sentencia en Chamartín. Antes, dos penas máximas, la segunda en una acción muy discutida, permitieron a los blancos mantenerse a nueve puntos del Barça antes del definitivo clásico del próximo sábado.
Las pasó canutas de principio a fin el Madrid, superado en muchas fases por un Levante al que solo le faltó tino. No lo tuvo Roger y lo pagó caro el equipo de Paco López. Hasta en dos ocasiones se estrelló con los postes el punta, al que también privaron del gol las piernas de Courtois. Su primer aviso, un remate en el segundo palo, fue al poste derecho; el segundo, al izquierdo. Para entonces ya se había adelantado el Madrid en una jugada en la que el VAR fue tan determinante como preciso.
Bardhi rechazó con las manos un centro de Modric. Iglesias Villanueva no apreció la acción hasta que le advirtieron desde Las Rozas. El colegiado acudió a la pantalla y comprobó cómo el volante macedonio cortaba con el brazo el centro de Modric. Corrigió su decisión, señaló el punto de penalti y Benzema no falló.
El gol no templó al Madrid. No aparecía el francés y tampoco dominaban Modric ni Kroos. El Levante seguía a lo suyo, buscando balones rápidos a Morales y Roger. Simon, insistente, daba la turra por la derecha a Reguilón, de nuevo titular para disgusto de Marcelo, suplente junto a Bale. El único resquicio que encontraba el Real estaba en la zona de acción de Vinicius. De nuevo fue el joven quien ofreció algo diferente. No hay jugada en la que intervenga en la que no se huela el peligro.
El Madrid se marchó con ventaja al descanso, pero nada más regresar al verde Roger siguió amenazando a los chicos de Solari. A la tercera también falló. No sería así en su cuarto intento, seguramente el más complejo. El punta cazó un pase atrás de Morales y la puso al ángulo abierto, imposible para Courtois. Agobiado el Madrid, volvió a asomar Vinicius, al que Aitor le privó del tanto tras una de sus potentes arrancadas.
Pero de chiripa y con polémica encontró la victoria el Madrid. Doukouré fue a despejar un córner y su bota pudo impactar mínimamente en la espinilla de Casemiro. El brasileño se fue al suelo y el colegiado señaló la pena máxima. El VAR validó su decisión, cuestionable en cualquier caso. Bale, que había sustituido poco antes a Benzema, atinó en el lanzamiento y dejó otra celebración que traerá cola. El atacante, visiblemente molesto, no festejó el tanto y se sacó de encima a Lucas cuando acudió a abrazarle.
Con dos penaltis y mucha polémica se mantiene el Madrid agarrado a LaLiga. En una semana, lo que depare el clásico la cerrará de una vez por todas o animará a los de Solari. Pero antes es el turno de la Copa.
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