Tras la primera derrota de Zidane tras su regreso al banquillo, el Real Madridestaba obligado a ejercer un buen papel ante los suyos. No era la jornada más propicia para conseguir el triunfo ante un Eibar que ya les venció en la primera vuelta (3-0). Los de Mendilíbar, con la salvación prácticamente cerrada, aún sueñan con meterse en la lucha europea ante un Real Madrid que quiere pelear por la única opción que le queda en esta temporada: la segunda plaza.
El Bernabéu registraba una de las peores entradas de la temporada para presenciar el choque frente al Eibar. La derrota en Mestalla había dolido a la parroquia blanca que castigaba de esta forma a los suyos. Zidane apostaba hoy por Reguilón, que cogía el testigo de Marcelo (sancionado) en el lateral y sentaba en el banquillo a Kroos y Casemiro. Los locales empezaron mejor el encuentro, aprovecharon la defensa adelantada del Eibar para generar cierto peligro en el área con envíos largos hacia Gareth Bale. Ninguno de ellos subió al marcador y el galés se ganó algunos pitos de la grada por su falta de acierto. Con el transcurso de los minutos, el Eibar inquietaba a su rival con varias acciones por la banda izquierda. Por ese mismo costado llegó el tanto visitante. Estaba mereciendo más un Eibar que a falta de seis minutos para la conclusión del primer tiempo, abría el marcador tras una gran acción por la izquierda en la que Cucurella jugaba para Escalante, y este último filtraba un excelente pase para Cardona que con Navas ya vencido, elevó lo justo el cuero para superar al guardameta. Cardona fue el cambio de última hora de Mendilíbar tras la lesión en el calentamiento de Pedro León.
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