El capitán se despidió del Real Madrid en un acto institucional en Valdebebas. “Necesito vivir una nueva experiencia y era el momento”, dijo visiblemente emocionado.
Han sido 23 años. De 2001 a 2024. De su Alcalá de Henares a leyenda del Real Madrid. Todas las categorías, una a una, hasta alzar la Decimoquinta al cielo de Londres. Como capitán, un sueño cumplido. Una última temporada que engordó el palmarés hasta 26. Más que nadie, igualado con Modric. Los tres últimos títulos, Supercopa de España, Liga y Champions, alzados con el brazalete como extensión. Dudó, y mucho. Tenía ofertas para salir, también para continuar. Desde el club blanco siempre han supeditado el futuro de Nacho a Nacho, a su decisión. “Si quisiera renovar mañana, podría”, llegó a decir en Arabia.
Una gran verdad, como curioso que esa sentencia llegase desde el país donde continuará su carrera. Será el emblema del Al Qadsiah saudí, con Míchel en el banquillo. Otro histórico de un Real Madrid al que Nacho ha dicho adiós esta mañana en un acto institucional, con los suyos y sin la Prensa. El penúltimo adiós. Porque en la hoja de ruta hay marcada una despedida de la afición, saque de honor incluido. El cuándo, por determinar. Mandarán las agendas, pero ese momento llegará.
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